sábado, 1 de febrero de 2014

a las Leave a Comment

No renuncies!


Como mencionaba en mi entrada anterior, hace tres meses que estoy desarrollando activamente un negocio de mercadeo por red.

Bien pues, resulta que el 29 de Octubre de 2013 renuncié al primer trabajo que tuve después de salir de la Universidad (anteriormente había trabajado a medio tiempo mientras estudiaba).

Fue una decisión difícil pero no me arrepiento de haberla tomado. Dos cosas fueron las que impulsaron esta decisión principalmente: primero, había estado teniendo ciertos problemas en el trabajo y ya no estaba muy a gusto con la situación muy estresante que estaba viviendo ahí; segundo, realmente tenía ganas de desarrollar un negocio de mercadeo en red.

Libertad y miedo. Son los sentimientos que se experimentan luego de renunciar a tu trabajo. Miedo porque no sabes qué es lo que pueda pasar, de dónde obtendrás dinero, qué dirán tus amigos, tus familiares, etc. Libertad porque te das cuenta que tú tienes el control, que ninguna empresa ni ningún jefe son dueños de ti y que al final de cuentas puedes hacer lo que tú quieras y te propongas.

Después de cobrar mi cheque de liquidación, el primer paso fue capacitarme. Me tome una semana para llevar el curso online de capacitación de mi negocio proveído por mi socio mayorista (la empresa). Y me tome otra semana para ver algunos videos más de capacitación que había descargado de Youtube. Después de esto, manos a la obra, comenzar a hacer citas para hablarle a las personas sobre mi nuevo negocio y preguntarles si estaban dispuestas a asociarse conmigo y/o consumir algún producto.

No logre sacar muchas citas ya que el primer problema al que se enfrenta cualquier persona que inicia un negocio de mercadeo por red es no saber invitar y el miedo a hacerlo. Posteriormente de haber hecho unas dos o tres presentaciones decidimos mi novia y yo, quien ya para ese entonces estaba de vacaciones de invierno, irnos a su casa en Mérida y continuar allá con nuestro negocio con la ilusión de que sus hermanos y, en general su familia fueran nuestro primer apoyo en esto.

Ilusos! Es lo que fuimos al creer que la familia de mi novia nos apoyaría. Esperábamos que por lo menos dos de sus cuatro hermanos hicieran negocios con nosotros pero no fue así. Al principio, luego de presentarles en qué consistía nuestro negocio, dos de ellos dijeron que si pero que no tenían dinero. Tratamos de establecer una fecha límite en la cual ellos tendrían el dinero de su inversión inicial para poder desarrollar un negocio junto con nosotros. La fecha era de aproximadamente un mes y medio después. El plan era que, aunque no estuvieran inscritos pudieran empezar a capacitarse y hacer negocios lo más pronto posible. Quisimos que, cada sábado, por la noche, cuando se junta toda la familia de mi novia, tuviéramos al menos una hora de capacitación. Solo funciono esto en dos ocasiones. Después, todo empezó a cambiar. Sus hermanos perdieron el interés casi por completo, ya no tenían tiempo para la capacitación y nunca nos preguntaron nada. Intentamos hacer una presentación grupal en casa de uno de sus hermanos a la que planeamos que llegaran al menos unas 10 personas, por todas las invitaciones que supuestamente haríamos entre todos y resulto que solo llegaron, por cortesía, el papa de mi novia, su abuela y una de sus hermanas con su esposo.

Tiempo después, el papa de mi novia empezó a presionarnos diciendo que lo que hacíamos era pura fantasía, que no funcionaba, que eran esas famosas “cadenitas”, que yo debía buscarme un trabajo y algunas otras cosas nada agradables y que lejos de apoyar, desanimaban (cosa que el negaba ya que decía “no digo que lo que hacen este mal, no los quiero desanimar, solo digo que mejor te busques un empleo”).

Después de estar un mes y medio en casa de mi novia, luego de lo anteriormente descrito y varias presentaciones más que hicimos a algunos conocidos me di cuenta que mi dinero estaba por terminarse y que tenía dos opciones: la primera, quedarme en casa de mi novia, aguantar todo lo que dijeran y seguir trabajando y la segunda, ir a mi casa (donde virtualmente no tendría gastos) y comenzar de nuevo ahí a trabajar en el negocio. Lógicamente, opte por la segunda opción.

Estando en mi casa, lo primero que hice fue presentar a mis padres lo que estaba haciendo, esperando obtener su apoyo, tanto en mi decisión como en el negocio en sí. Lo único que conseguí de mis papas al final de la presentación fue “¿Ya terminaste? Ya me voy a ir a dormir”.

Desilusión total es que tus padres no te apoyen en lo que estas decidido a hacer y por lo cual renunciaste a tu trabajo. También lo es que te digan: “¿Para que estudiaste y te pagamos una carrera?”.

Después de esto, intente ir por mi cuenta y tratar de contactar a algunos amigos que hace tiempo no veía con el objetivo de hablarles de mi negocio pero llego el momento en que tuve que ver la realidad: No me estaba yendo bien en mi negocio de mercadeo en red, no contaba con dinero para moverme, ni para pagar mi renta mensual y encima de todo tenía deudas, ya que habíamos utilizado una tarjeta de crédito para pagar dos rentas con la idea de que podríamos recuperar ese dinero pronto.

En resumen, creo que ya he aprendido unas cuentas cosas sobre un negocio en mercadeo en red que creo serán de utilidad para cualquiera que quiera iniciar un negocio de este tipo:

  1. NO RENUNCIES a tu empleo. Si aún no estás seguro de cómo realizar este tipo de negocios, si no tienes un buen asesor o upline o si no estás seguro de ser de aquellas pocas personas extraordinarias que son las indicadas para este tipo de negocios, no renuncies todavía. Si renuncias a tu empleo, podrías llegar a encontrarte en la misma situación que yo y créeme, no es la mejor situación de todas. Además, necesitas el dinero que te proporciona tu empleo para moverte, para pagar la renta de tu negocio, para seguir teniendo acceso a muchas relaciones de personas y muchas otras cosas más. Es mejor, aunque cueste más trabajo, realizar ambas cosas al mismo tiempo (tu empleo y tu negocio) y cuando ya te esté yendo relativamente bien en tu negocio, renunciar a tu empleo.
  2. NO TE APOYARA tu familia. Lo contrario es lo que uno más esperaría, el apoyo de su familia pero, sin embargo, la familia, por falta de conocimiento sobre estos negocios, pero principalmente porque te aprecian y piensan que te hacen un bien, te dirán que dejes eso y regreses a tu empleo, que es lo que sabes hacer. No te desanimes ni te preocupes, con el tiempo verán tus resultados y se darán cuenta que tenías razón y te apoyaran.
  3. NO RENUNCIES a seguir trabajando en pos de tus sueños. Sigue con tu negocio de mercado en red, no lo dejes al primer problema. Ten por seguro que si lo haces el tiempo suficiente, al final, tendrás resultados mejores de lo que te puedas imaginar. Ponte metas y cúmplelas. Sera difícil, pero es que lo que persigues no es fácil, de otra forma, ¿no crees que ya lo hubieras obtenido?.
  4. Un negocio de mercadeo en red requiere tiempo como cualquier negocio. Ten siempre presente que para ver resultados, necesitas de dos a cinco años, dependiendo de qué tan bueno seas haciéndolo.
  5. Un negocio de mercadeo en red se basa en las relaciones humanas, en la empatía, en el ayudar a otros. Si no eres una persona que de verdad se interese en los demás y desee ayudarles, deberías empezar por esto y luego iniciar tu negocio.
  6.  Busca un experto, un buen asesor que te guie de manera adecuada en la construcción de tu negocio. Si no lo tienes no pasa nada, solo que entonces ten por seguro que tardaras más ya que tendrás que recorrer el camino tu solo y tropezaras más que si alguien te guiara.

Hasta aquí la entrada de hoy. Espero que mi experiencia sirva a algunos ya que aprender estas cosas me ha costado tiempo, dinero y esfuerzo.

Fuente: Experiencia personal.



0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar.